Cuentitis, diagnóstico y tratamiento

(Publicado anteriormente en Pediatic:  Republicado aquí porque lo de republicar nos va) Con este nombre no aparece en los tratados de Pediatría. En el Código Internacional de Enfermedades (CIE-MC-1…

Source: pedsocial.wordpress.com

Totalmente de acuerdo salvo en la etiología, que está perfectamente descrita y establecida en las distintas formas de presentación: padres pusilánimes impermeables a malestares objetivos (no inventados de los niños) consustanciales a la vida misma (tener frio, calor, sentir dolor tras darse un golpe…) o a algún tipo de trastorno "invisible" (TDAH, Dislexia, bullying):

 

1. fuerzan a comer más de lo que al niño le apetece, propiciando dietas restrictivas y caprichosas o la aparición del temido "dolor en defensa propia" que es el único síntoma capaz de terminar con la insistencia de los padres por acabar el plato.

 

2.- Ignoran dificultades escolares, bien académicas, bien de relación, bien en el comedor escolar, que el niño intenta explicar por las buenas, sin éxito, forzando al niño a generar un síntoma que los padres crean, pero que desvía la atención del auténtico problema: cefaleas, dolores abdominales matutinos, mareos, sobre los que los padres centran su atención y quieren que los médicos centren su atención, ignorando que su hijo tiene una dislexia, de la que nadie se ha dado cuenta y todos lo tienen por tonto, flojo, despistado y desobediente.

 

Así que, puedo afirmar que, la etiología son unos padres que no atienden las verdaderas necesidades de sus hijos (por exceso -comida- o por defecto -"¡Anda niño eso no es ná, eso me lo hacían a mí también, yo también lo pasaba mal!"-), obligándolos a envolver la necesidad de respeto, cariño o comprensión hacia sus dificultades, con una cubierta de síntomas somáticos (cefalea, mareos, astenia, fiebre, vómitos, dolor abdominal) con la que consiguen respeto cuando quieren dejar de comer y a veces cariño, pero nunca comprensión (al menos sin la intervención de un profesional sanitario experto en "cuentología"), pues en caso de conseguirla se produce la curación.

 

La comprensión es el tratamiento de la mal llamada "cuentitis": cuando los padres comprenden los problemas del niño y la dimensión que para ellos tienen, dichos problemas pueden ser afrontados y ya es innecesaria la envoltura.

 

Mucho ojo con las cuentitis y con querer hacer de ellas un chiste. Seguro que antes de llegar al diagnóstico final de cuentitis, deberíamos llegar en un 99% de los casos a tropezar con alguno de los diagnósticos diferenciales que se deben hacer, porque no está en la naturaleza de los niños el mentir porque sí, sino el intentar darse a entender, como han hecho otros grandes pensadores a lo largo de la historia: mediante parábolas, fábulas o cuentos.

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